Apparatus. Estudio de diseño de iluminación, muebles y colecciones de objetos.
Apparatus Studio -fundado en 2012 por Jeremy Anderson y Gabriel Hendifar– es un Estudio de diseño con base en Nueva York que explora la relación entre iluminación, muebles y objetos en ambientes inmersivos que cuestionan lo histórico y la cultura a través de una lente moderna.
Gabriel Hendifar, es el director creativo (el cerebro) detrás de los codiciados accesorios de iluminación, muebles y objetos de arte de la marca, y Jeremy Anderson se encarga de la parte comercial, supervisa la producción y las operaciones de Apparatus.
Hoy por hoy, esta firma es una de las más atrevidas y elegantes del panorama actual en cuanto a diseño, creando elegantes objetos con una reverencia palpable a los materiales y, como lo define el propio Hendifar, con un toque narrativo.
Aprovechando el vocabulario del deseo y la respuesta emocional, inspirados por el principio Modernista de una obra de arte total, Apparatus articula materiales sensuales (mármol, piedras semi-preciosas, ágata, jaspe, perlas de jade, porcelana…) con otros materiales más crudos (latón, madera e incluso piel de anguila o crin de caballo).
Sus detalles extravagantes van desde la modernidad hasta la grandeza del viejo mundo, abrazando una tradición ancestral de diferentes artesanías donde cada pieza escultural está terminada y ensamblada a mano.
Jeremy Anderson y Gabriel Hendifar: Apparatus.
Cuando se conocieron en la ciudad de Los Ángeles, Gabriel Hendifar trabajaba en moda y Jeremy Anderson tenía un trabajo de relaciones públicas.
Empezaron una relación sentimental y se mudaron a vivir juntos como pareja en 2010. Como ellos mismos reconocen, en ese momento vivían en L.A. y no se podían permitir demasiados lujos.
“Jeremy es alfarero y tiene una fuente inagotable de energía, y había estado diseñando interiores y confeccionando ropa de mujer“.
“Hicimos algunos objetos de iluminación y un amigo, que es dueño de Gallery L7 en Los Ángeles, vino a cenar una noche y preguntó: “¿Quién hace estas lámparas? Creo que podemos venderlas”, relata Hendifar.
En 2011, una oportunidad laboral para Anderson llevó a la pareja a Nueva York, y empezaron a actuar… “como si tuviéramos un negocio“.
Pronto, la gente comenzó a admirar los sistemas de iluminación que habían realizado para su apartamento y en 2012 dejaron atrás sus carreras para lanzar Apparatus.
Empezaron con la iluminación porque era algo accesible, algo que es factible hacer, algo parecido a las joyas.
“Cuando haces una mesa, tiene que ser estable y tiene que comportarse de una manera concreta. Con la iluminación puedes experimentar con la forma. No tienes que hacer mucho, pero resulta que es lo más mágico de la habitación“, dice Hendifar.
Hoy en día, Apparatus lo forman un equipo de 47 personas, con una sala de exposiciones en Nueva York y otra en Milán. Y crean todo, desde muebles hasta entornos completos para clientes; entre los que están Four Seasons; Soho House; el Hotel Lutetia de París y la arquitecta Annabelle Selldorf.
Hendifar, reconoce que “al comienzo el planteamiento era preguntarnos ¿qué necesitamos? y ¿con qué queremos vivir?. En la actualidad eso sigue siendo la prueba de fuego, pero estamos más interesados en la narrativa de lo que estábamos al principio“.
“Las colecciones hacen referencia a momentos específicos en el tiempo” (así por ejemplo, las colecciones se llaman Actos II, III…). “Esto da como resultado colecciones que se perciben más ricas y fuera del ámbito del diseño convencional“.
“Esperamos que las piezas resultantes se perciban como artefactos de un momento y un lugar desconocidos“, reconoce Hendifar.
En cuanto a la implicación de Jeremy Anderson en el proceso creativo, él reconoce que “Gabriel siempre ha sido el hombre de las ideas. Pero desde el principio estuve muy involucrado en los aspectos de la creación: cableado de los accesorios, aplicación de las pátinas y todos los detalles relacionados con el cuero, el empaquetado, de todo“.
“También estaba haciendo todo el trabajo administrativo. A medida que hemos ido creciendo esa parte del trabajo comenzaron a asumirla otras personas. Ha sido genial traer a otros a bordo“, reconoce con entusiasmo.
Ambos reconocen que también a lo largo de los años, han encontrado formas más eficaces de mantener el equilibrio entre ambos, “pero somos una pareja y hay momentos en los que es más o menos difícil dependiendo de todo lo que sucede en nuestras vidas“.
Hendifar declara que el equilibrio creativo en su asociación al final se mantiene porque “siempre hay un punto en el proceso en el que es fundamental contar con los comentarios de Jeremy“.
Él “siempre hace que el objeto se vuelva mejor… Es un editor con ojo de halcón que es capaz de encontrar inmediatamente el eslabón débil“.
Por otro lado, con el trabajo experimental como ceramista de Jeremy -que prepara una colección que saldrá en la primavera de 2019- se puede decir que ha encontrado su propia voz, reconoce él mismo.
Los frutos de su trabajo como ceramista se exhiben por todos los rincones de su apartamento de Manhattan, y además están construyendo un estudio para esta faceta en una casa que la pareja tiene en el norte del estado de Nueva York.
“Queríamos descubrir cómo hacer para que el alma entrara en los objetos“, dice Anderson.
Desde el principio, el dúo estaba interesado en crear objetos que combinaran formas escultóricas modernas con materiales que parecieran tener alma, algo que sentían que estaba ausente en el paisaje de diseño en ese momento.
La pareja siempre espera que sus objetos produzcan en el espectador un deseo de tocar e inter-actuar con ellos, o simplemente de mirarlos.
“En última instancia, todo se reduce a crear una reacción emocional que esperamos atraiga tanto al coleccionista de diseño sofisticado como, más ampliamente, a las personas que ven algo esencialmente hermoso en un equilibrio de formas y materiales“, dice Hendifar.
En 2015 el Estudio dio un paso más allá de los objetos de iluminación, lanzando su primera colección de muebles: mesas geométricas de madera presentadas en ICFF (la Feria Internacional y anual del Mueble Contemporáneo que se celebra en el Centro Javits de Nueva York).
A esta colección de muebles le siguió el lanzamiento de una nueva colección de iluminación -con fuertes reminiscencias a antiguos rituales- llamada “Neo Marble“.
“Para nosotros, el mármol conlleva un sentido de permanencia e historia que hace que el material mismo dictamine cómo debe ser usado“, dice Hendifar. “Era importante que los objetos se redujeran a sus elementos más esenciales“.
En 2016 Hendifar y Anderson empezaron a experimentar por primera vez con la tecnología LED.
“Nuestro estudio se ha dedicado al cálido resplandor de la luz incandescente, por eso llegamos tarde al juego, o debería decir que hemos estado esperando la tecnología adecuada en el momento adecuado“, dice Hendifar.
Showrooms, Loft y nuevos proyectos.
Apparatus tiene un showrooms en Nueva York y otro en Milán; y recientemente -en Noviembre de 2018- abrieron otro en la ciudad de Los Ángeles (1021 North McCadden Place).
La sede en Manhattan de Apparatus es un espacio histórico de Nueva York, un loft de 10,000 pies cuadrados en West 30th Street totalmente reformado que abrió en 2016.
El edificio fue construido como una escuela, para más tarde ser el estudio del artista Philip Taaffe (1955, New Jersey, United States) durante unos veinte años.
Es un espacio mágico, donde un techo de doble altura crea una sensación de volumen que se hace cada vez más grande y que incluye una sala de exposiciones, oficinas, taller (producción) y laboratorio creativo (desarrollo).
Cuando la pareja visitó el espacio por primera vez, en Agosto de 2015, no estaban buscando nada tan grande, solo un lugar para expandir la producción para su marca (que desde el 2011 no había dejado de crecer).
“Abrimos la puerta y en unos minutos ambos dijimos: Tenemos que hacer que esto suceda“, recuerda Hendifar.
“Era más espacio del que necesitábamos, pero consolidó la idea de potenciar cada parte de nuestra empresa: ventas, diseño y producción“.
Firmaron el contrato y emprendieron una reforma que duró ocho meses, creando zonas distintas para cada sección de las operaciones de la firma.
En un extremo, un taller para ensamblar las piezas; en el otro un taller de acabado y las propias oficinas privadas del dúo. En el medio se encuentra el nuevo showroom de la marca.
Este espacio es todo espejo y moqueta (acentuado por una constelación de “apparatus” de iluminación) cuyo diseño evoca, en parte, el famoso e icónico taller del diseñador de moda Halston (1932, Des Moines, Iowa – 1990, San Francisco, California, United States).
Todo es importante para este dúo y cuidan en exceso hasta el último de los detalles: “la forma en que se empaqueta una caja es lo primero que se encuentra un cliente“.
“Siempre nos hemos centrado en crear una cultura específica. Estar aquí nos ha ayudado a definir lo que es importante para nosotros, que va más allá de la estética“, dice Hendifar.
“Eso significa asegurarse de que cualquiera de nuestro equipo entienda que él está tan conectado con el cliente como alguien que tiene una interacción cara a cara con él“.
En 2016, Gabriel Hendifar y Jeremy Anderson también transformaron su loft de Nueva York en un ejemplo de su estética tan característica.
Su casa de Manhattan puede parecer ecléctica pero Hendifar rápidamente encuentra una expresión mejor “es un poco alquímica“.
Ubicada en el último piso de un antiguo edificio industrial en el distrito de Flatiron, el loft habla mucho sobre la marca y las pasiones de sus protagonistas.
El hogar de los fundadores de Apparatus se parece mucho a uno de los diseños de iluminación exclusivos de su compañía, pero querían algo más formal, “una fórmula intermedia entre un loft y un apartamento convencional“.
En un momento de creciente uniformidad, cuando los diseñadores de todo el mundo extraen de un “pozo digital común” inspiraciones e influencias, la estética de Apparatus sigue siendo idiosincrásica. Son proyectos que comparten una extraña clase de belleza, muy refinada y seductora.
Llena de prototipos, piezas personalizadas, objetos de interés peculiares y detalles arquitectónicos, la residencia logra un delicado equilibrio entre lo crudo y lo cocinado.
“Muchos de nuestros diseños de productos y colecciones evolucionaron directamente de piezas que hicimos para nosotros mismos. Pero por mucho que este loft funcione como un laboratorio creativo, también es nuestro hogar“.
También Hendifar apunta que “establecemos un alto nivel para las cosas con las que vivimos y las que lanzamos al mundo… Además, siempre necesitamos un proyecto para que fluya la creatividad“.
Todo se mezcla como en un juego, con reminiscencias entre el Art Decó, el racionalismo e incluso el surrealismo. En toda la casa, los diseñadores combinaron la iluminación y el mobiliario de Apparatus con piezas vintage simpáticas, tanto con pedigrí como sin firma atribuida.
También “hay algo sobre el glamour de finales de los 70 y principios de los 80 que nos hace sentir bien“, dice Hendifar. Una vibración loca, sexy y fresca del libertinaje de la era disco. Como él lo expresa: “… es una especie de Alexis Carrington-Dynasty suite“.
Aquí se muestran, y en todas las habitaciones, obras gráficas de arte contemporáneo, desde esculturas de Robert Moreland hasta pinturas neo-cubistas de Mattea Perrotta.
“Imaginamos esto como un lugar donde podríamos traer piezas que complementen lo que hacemos“, afirma Anderson. Además, también sirve como tarjeta de presentación para lo que consideran el próximo paso de su práctica.
“Estamos interesados en ver a dónde nos lleva este espacio en términos de diseño de interiores“, dice Anderson, explicando que el Studio tiene la mirada puesta en la creación de interiores completos, desde residencias hasta hoteles.
La seducción es la línea que queremos seguir para todas nuestras colecciones.
En Mayo de 2018, la ardiente elegancia del mundo de Apparatus cobró vida en forma de una película que el director creativo Gabriel Hendifar produjo junto con el cineasta Matthew Placek (vídeo).
Creada para reflejar la última colección de Apparatus (Act III), ésta película y sus diseños hacen referencia a los recuerdos de infancia de Hendifar como un estadounidense de 1ª generación (nacido después de la Revolución Islámica en Irán) que escucha historias de un lugar en el que nunca ha vivido.
Una escena poética, una villa futurista ubicada en un sublime paisaje desértico iraní, sirve para que un niño pequeño inter-actúe con los objetos moviéndose por las estancias vacías de la familia, que muestran la última colección.
Su tono soñador y melancólico se ve realzado por la banda sonora de una mujer que canta en farsi (en realidad, la madre de Hendifar, Afsaneh).
“Esta es la primera vez que extraigo la historia cultural personal para apoyar una colección, por lo que ésta colección me resulta muy cercana“, dice Hendifar.
Su conexión con Irán siempre ha sido a través de sus recuerdos teñidos de rosa o ámbar. Recuerdos de un lugar que está suspendido en el tiempo, casi una fantasía. “Esta colección es un intento de crear una conexión tangible con ese lugar, y de imaginarlo con mis propias claves“.
Algo muy diferente pasa con las interacciones que Hendifar tiene como estadounidense, viéndolo como un lugar aterrador donde suceden cosas terribles.
Así, por ejemplo, en el proceso de fabricación de la colección trataron de crear una serie de objetos en Irán, pero se dieron cuenta de que, como entidad estadounidense que son, era algo ilegal.
Ha sido una de las colecciones más gratificantes y difíciles, tanto a nivel personal como por las circunstancias, pero tenía la sensación de que, al final de todo el proceso, de alguna manera me sentiría completo.
De intentar reconciliar los dos mundos surgió el deseo de poblar esos recuerdos con cosas que existen en un espacio de fantasía.
En “Act III“, hay una fusión poética y sofisticada de influencias pan-culturales que se transmiten a través de cada uno de los diseños.
Ese momento eléctrico, donde una cosa se convierte en un sentimiento, eso es lo que realmente nos esforzamos por capturar. La forma de hacerlo es a través de la seducción, y la forma en que seducimos es a través de los materiales.
Ya sea que estemos usando gamuza, alabastro o pelo de caballo, la seducción es la línea que queremos seguir para todas nuestras colecciones.
El trabajo de Apparatus ha sido frecuentemente destacado en importantes publicaciones de estilo de vida, incluyendo la revista AD; Vogue; The World Interiors; T: The New York Times Style Magazine; Wallpaper, y varias ediciones internacionales de AD y Elle Décor.
Apparatus Studio (pág. web).
Fuente (Surface), (Wallpaper) y (AD).
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